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Recopilatorio entrevistas Taringa.net |
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http://www.taringa.net/
Bueno gente aca les dejo una Entrevista del comandante porrito andrelo (calamaro porsupu) que hoy estuvo en “cual es?” dando a conocer su disco, los temas y demas hierbas en el programa de pergolini…espero les guste y comentts acerca de lo q les pareció… AHH! Tambien agregué unas entrevistas las ultimas ultimas algunas son de ayer y otras de un poquito antes…pero que valen la pena leer porque son muy completas y son nuevas noticias de andres q hacia mucho no escuchaba…abrazos y vasos… chau..
Entrevista en CUAL ES?, de la rock and pop

http://www.camisetasparatodos.com/material/rarezas/entrevistas/Entrevista%20en%20Rock&Pop%20%28La%20lengua%20popular%29.rar
Andrés Calamaro: "El pueblo me conoce y no por verme en la tele"
El cantante y compositor edita el martes 11 su nuevo álbum, "La lengua popular", que Clarín adelanta aquí en exclusiva. Además, cuenta que se siente querido por la gente y por sus pares.
Llega distendido Andrés Calamaro a la cita con Clarín. En un impersonal bar de Palermo, a sólo una cuadra de su casa, el compositor y cantante tiene ganas de hablar de La lengua popular, su nuevo disco, que saldrá el martes 11. Pantalones de jean, remera negra, pulóver gris Lacoste y zapatillas azul eléctrico, lleva sus característicos rulos al viento, la mirada limpia y a los ojos y su particular manera de hablar: ese pensar una por una las palabras, matizadas con lenguaje que mezcla castellano antiguo, argot carcelero y modismos españoles, y que suele rematarse con un "¿verdad?", que más que pregunta es una afirmación hacia su interlocutor.
La lengua popular trae doce canciones inéditas de Andrés, y en sus letras pueden encontrarse muchos rasgos de su vida actual. Algo que él reconoce. Aunque, claro, son canciones y no meros retratos de la realidad. Alguna metáfora, alguna trampa, esconden.
Para romper el hielo, la conversación arranca en un regalo que Calamaro acaba de recibir: una caja con seis discos de Miles Davis y John Coltrane, de la época de Kind of Blue, "momento esencial del jazz moderno -se entusiasma y viene la broma-: un disco más que El salmón", dice en referencia a su mítico quíntuple álbum. "Igual -termina la idea-, caben en un ipod del tamaño de una uña."
¿Por qué "La lengua popular"?
No tengo una explicación gloriosa para dar. Parece uno de mis títulos fundacionales, como Honestidad brutal o El cantante. Pero más que pensar en el idioma hay que pensar en el músculo: la lengua stone, la lengua que siente el gusto, la lengua que da besos de lengua...
Parece un disco escrito desde la luz, contra otros momentos de oscuridad que tuviste...
La felicidad también nos hace vulnerables, quebradizos y poderosos. La vida es luces y sombras, y a todos nos va a llegar la hora de enfrentar dificultades y el dolor ajeno. Pero tampoco nunca estuve muy mal. Vivimos en el país de los desaparecidos, de la gente sin trabajo, que no tiene asistencia médica o que pasa hambre. Lo mido con esa escala. Alguna vez un amigo me dijo que esperaba que siguiera siendo "chistoso y valiente". Y acá hay un par de canciones que están escritas con ese agrio sentido del humor.
Enseguida viene el análisis de esas canciones que menciona. Como Comedor piquetero, que habla del que la gente de Castells y Nina Pelozo montaron en Puerto Madero. "Eso es turismo sexual. Traen a los gringos, los llevan a ver a los piqueteros, después a la cancha de Boca, a las villas... Y esos gringos terminan comiendo en restaurantes en los que un argentino no podría pagar ni un pan con manteca. Es mi queja por Buenos Aires convertida en una ciudad turística." Redondea con una frase: "Vida paria en la burbuja inmobiliaria".
La búsqueda, dice, es armar un disco que a través de canciones sencillas pero no vulgares formule preguntas "tal vez profundas... Dónde están los amigos ausentes, o bien negar la existencia de las fuentes de inspiración tradicionales. Terminar de una vez por todas con el mito del artista torturado, que sólo escribe al borde de la sobredosis".
"La mitad del amor", que habla del viejo Andrés que no dormía jamás. ¿Eso es derrumbar el mito?
No era mi intención hablar tanto de mí. Ahora soy un Andrés más viejo que duerme todos los días. Yo no sé si el malevaje extrañado me verá como un gil laburante, pero el viejo Andrés que no dormía jamás ya no hacía más giras ni publicaba discos. No te olvides que a Lennon lo mató un fan. Todos tenemos un Chapman que preferiría recordarnos en un determinado momento. Un viejo socialista me dijo que optar no es un privilegio; elegir, sí. Si puedo elegir no enfrentar las responsabilidades como un agobio permanente, voy a elegirlo. En la vida bohemia hay algo de renuncia o libertinaje que lo hace sentir a uno más allá del tiempo y del espacio, pero hay algo de esclavitud permanente.
Pasa de tema Calamaro y dice "el rock and roll no está hecho para gustarme a mí". Que tiene sentido que, promediando su cuarta década de vida (tiene 46), haya bandas que le parezcan basura. Pero que el rock and roll es así. Y se la agarra con los "rockeristas" que siguen viendo a los Redonditos de Ricota como un grupo nuevo. "Por suerte Pettinato está metido en el periodismo y se va a ocupar, al menos, de que Sumo sea considerado una leyenda". Y fulmina: "Si vamos a hablar en serio, yo ya me di cuenta de que en el rock no hay un Atahualpa Yupanqui, un Piazzolla, un Gardel, un Homero Manzi. Si alguien tiene que ser considerado una figura poética, respetada, importante, habría que buscar por el lado de Litto Nebbia o Spinetta.
Y vos, ¿dónde entrás?
Yo tengo el respeto de mis pares, que es para mí el verdadero éxito, y el cariño del pueblo. El pueblo me conoce y no por verme en la tele, me conocen por haberme escuchado. Aunque el debate musical está un poco degradado. Una forma rara de sentar precedente de "cool" es andar diciendo lo que a uno no le gustó. Y yo, por ejemplo, entré al tango con el permiso de Mariano Mores, de Virgilio Expósito, de Juanjo Domínguez. No tengo por qué hacer una copia del varón del tango o de Néstor Fabián.
De nuevo con una sonrisa, Andrés comparte que hará promoción de su disco a la antigua: dando notas (aunque las prefiera por mail) y hasta firmando discos, cosa que hará en Madrid para el lanzamiento de La lengua popular. "Hay artistas que tocan peor que yo y no dan notas. En fin, que cada uno haga lo que quiera", se desmarca. Y cuenta que está yendo poco a España, que tiene alquilado su piso y que cada vez que le toca trabajar por allá tiene que hospedarse en un hotel. "Pero quiero ver si consigo tres meses del año próximo, para ver a mi familia adoptiva, los del clan de Javier Limón (el productor), a mis amigos Fernando y David Trueba, a Rey Loriga. Y poder llevar a mi familia."
Hablando de familia... ¿Viste la película de Fito Páez, "¿De quién es el portaligas?"
Estuve un poco en el rodaje, acompañando a Julieta (Cardinali, su mujer). Actrices estupendas. La Cardinali hace comedia dramática con mucha sensibilidad y encanto. Tengo ganas de verla terminada. Espero estar en el estreno en Rosario. Fito es el único de los músicos de rock argentino que se animó a filmar películas. Y acá se lo discute.
¿Y cómo llevás tu vida como padre (su hija, Charito tiene ocho meses)?
Tengo que confesar que no escribí 30 canciones en la sala de parto. Tal vez fui demasiado hippie o demasiado poco hippie. Lo que te puedo decir es que no me había preparado para una experiencia que va a durar toda la vida. Supongo que consiste en eso, saber que es para toda la vida. Lo ideal sería que la familia esté junta y queriéndose siempre, y no todo el mundo lo consigue. No defraudar a nuestros hijos y que nuestros hijos no nos defrauden... No quiero ni pensarlo, ni como hijo ni mucho menos como padre. Pero sí puedo decir que cuando sonríe me alegra el día.
Tema por tema, cómo es el nuevo disco
El martes 11 es la fecha elegida para la salida de La lengua popular, el nuevo disco de Andrés Calamaro. Después de su paso por el tango, con Tinta roja, y de El palacio de las flores, cd con producción de Litto Nebbia, Andrés se apoyó en Cachorro López, su ex compañero de los Abuelos de la Nada (exitoso productor discográfico y coautor del megahit Color esperanza, nominado al Grammy latino estos días como productor del año) para este álbum con doce canciones inéditas, que lo devuelven a su más tradicional formato de canciones de rock.
Los chicos: Fuerte rock and roll con coros tribuneros. Una oda a los que se fueron de esta vida primero. Y de las cosas que hay que llevar al cielo, entre ellas un cucumelo para el chico cuartetero (¿Rodrigo?). "Y si en invierno hace frío, bajo al infierno un poco."
Carnaval de Brasil: Balada mid tempo. Al decir de Calamaro: "la canción que desmiente las musas de inspiración. No son canciones urgentes, no son asuntos pendientes". Y cierra con un inapelable: "tristeza nao tem fin".
95 minutos más (minibar): Primer corte, ya suena en las radios. Una canción con reminiscencia de las rumbas de los Rodríguez, su antigua banda.
Soy tuyo: Balada mortal, va en recuadro aparte. Algunos versos de una declaración de amor: "Me gusta desarmarme arriba tuyo, me gusta demasiado ensuciarte. Besar tu flor inmediata, besarte atrás y adelante".
Mi gin tonic: Canción calamaresca típica: "Hay días para quedarse a mirar, hay días en que hay poco para ver, hay días sospechosamente light, hay un deseo que pido siempre que pasa un tren".
La espuma de las orillas: Aires de cumbia para una canción sobre lo que el río no quiso contar. Y una pista de su actualidad: "Ya no tengo espinas clavadas en el corazón".
Cada una de tus cosas: Otra balada con el río y el amor como protagonistas. "Será un momento de eternidad, de esos que me das..."
Comedor piquetero: Cumbia "alla" Fabulosos Cadillacs. Su contenido en la nota central.
Sexy y barrigón: Rock and roll con destino de hit: "Soy una buena combinación de Homero Simpson con Rolling Stone".
De orgullo y de miedo: Delicado tex-mex con otro punto alto en la letra. "Qué mezcla de orgullo y de miedo ser el dedo que te toca, el que te besa en la boca... Confieso haber vivido al margen de la moral y lo permitido."
La mitad del amor: Rock autorreferencial: "Parte de mí no cambió, y a la vez ya no soy el viejo Andrés, que no dormía jamás. Qué momento ideal, encontré la mitad del amor".
Mi Cobain: Tiene en su letra "la lengua popular" del título. Habla de la Argentina y de no callarse las cosas que se piensan. Pop (de popular) para cerrar el disco.
Fuente: Diario Clarin
El rockero argentino cuenta cómo es su nuevo disco, “La lengua popular”
(Andrés Calamaro: “A veces las canciones deciden por mí y otras veces las manipulo”)
Andrés Calamaro regresa con 12 nuevas canciones y la lengua afilada. Desde el verano español envía señales de humo en un intento por querer explicar su situación actual: “No es justo escribir siempre bajo los efectos de la espinaca de la soledad y la sobredosis de ombligo”, dice a Escenario. Y, se sabe, la frase no sólo está referido a su nuevo álbum “La lengua popular”, en el que pregona “Ya no soy el viejo Andrés que no dormía jamás”, sino también a su realidad más concreta. Lo cierto es que Calamaro está de vuelta una vez más y aprovecha la ocasión para hacer una aclaración oportuna: “Me sorprendo a mí mismo soportando los compromisos con menor intensidad apocalíptica”.
Por otra parte, el nuevo disco recién se editará el 11 de este mes, una fecha llena de significaciones: un 11 de septiembre cayeron las Torres Gemelas y también —aunque no tenga tanta prensa— fue el día en que asesinaron en Chile a su presidente constitucional: Salvador Allende.
“Yo pienso en Allende, en el Día del Maestro y en las «torres paralelas» —asegura Andrés Calamaro en el comienzo de la entrevista—. Pero también es el momento del año en que los días se hacen más largos y cálidos. El disco se demoró hasta septiembre porque julio y agosto son meses inconvenientes para publicar en España, donde la gente todavía se toma meses enteros de vacaciones. Acá las vacaciones consisten en quedarse en casa y mojarse con la manguera. Esperar una fecha ideal no deja de ser una demostración de fe en estos tiempos donde todo el mundo parece compadecerse de los pobres músicos víctimas del naufragio del formato y de una industria que, históricamente, nunca nos defendió mucho que digamos. Así y todo, pido permiso para descubrir una relación de armonía y amistad con la compañía que me acompaña, pero no es lo habitual a lo ancho de la historia que sabe de injusticias en todas las áreas corporativas”.
—¿Cuándo editaste el disco en vivo “El regreso”. explicaste en una Capital que querías hacer un álbum que no fuera entrevista con La autorreferencial, que no querías seguir confesándote o parodiándote en tus canciones. “La lengua popular” no parece ser ese disco del que hablabas...
—No, no lo es, pero es muy pro bable que me queden discos por hacer aún, y es posible que intente hacer grabaciones más abstractas, que pongan el foco en el ritmo o en zonas libres de melodías con letra. Por el momento todo parece indicar que a veces las canciones deciden por mí y otras veces las puedo manipular, es decir: un empate entre la honestidad y el oficio, aunque comprometido con la verdad y con la estética, lo que no deja de ser un balance ético aceptable. Habiendo aclarado, o prestado más confusión sobre este punto, estimo que “La lengua popular” es un disco muscular, húmedo, sentimental, adulto, irónico y, valga la redundancia, popular aunque sofisticado. También, una vuelta a los estribillos, un ejercicio menos catárquico y más volcado a lo formal de la canción de rock subtropical.
— Admitir en una de los nuevos temas que el Andrés que nunca dormía quedó atrás, ¿significa que existe un Andrés distinto, que vive de otra forma y que compone, supongo, bajo otros códigos? Es decir, 12 canciones para un disco en lugar de 100, es todo un cambio...
—Doce canciones en un disco es un formato de álbum clásico y formal. Es como enchufar una guitarra en un amplificador de válvulas o filmar películas en celuloide. Quiero decir que de alguna manera es una vuelta a ciertos códigos. En lo personal sigo respetando los mismos códigos, aunque viva sujeto a menores descargas de desesperación y furia. Me sorprendo a mí mismo soportando los compromisos con menor intensidad apocalíptica, y al mismo tiempo recuerdo aquella renuncia como una sobredosis de libertad y esclavitud, sin nostalgias ni arrepentimiento. No es justo escribir siempre bajo los efectos de la espinaca de la soledad y la sobredosis de ombligo.
—Frases como “soy una buena combinación de Homero Simpson con un Rolling Stones, saco ventaja de la confusión, ya sé, soy sexy y barrigón” o “tengo el minibar abierto y cerrado el corazón”, ¿tienen más que ver con el personaje o con lo real?
—”Sexy & barrigón” no es autobiográfica porque no soy tan sexy y mi barriga es postiza, como los dientes de Keith Richards. Además estoy más cerca de un Rolling Stone que de Homero Simpson, principalmente porque no trabajo en una central nuclear. “Abierto el minibar y cerrado el corazón” podría ser un ejercicio de estilo y no faltar a la verdad. Me temo que sigo sin ser un contador de historias, sin embargo confieso que la mayoría de las cosas que canto están muy cerca de lo real. De todos modos, y volviendo a la primera pregunta o planteo, si existiera una distancia respetable entre el personaje y la persona real, entonces sí estaría más cerca de un disco menos autorreferente como aquella vez pensé en voz alta.
—Si tuvieses que armar un nuevo disco de “grandes éxitos, ¿qué temas incluirías de “La lengua popular”?
—Eso no seria complicado. “Los chicos”, “Minibar”, probablemente “Carnaval de Brasil” o “Soy tuyo”. Se supone que un álbum que tiene doce canciones justifica el número si cuenta con seis canciones potencialmente radiofónicas y otras seis que sean interesantes lados B.
—¿Cuáles fueron las diferencias más importantes entre trabajar con Litto Nebbia y Cachorro López?
—No hay diferencias importantes. Litto es un padre, es el inventor del invento, llegaba temprano al estudio para cantar con gran frescura canciones de su disco de blues, que acaba de editar. Cachorro es un primo y también llegaba antes al estudio. Con los dos escribimos nuevas canciones, cada uno se implicó a su manera y fue fiel a su estilo, así en lo armónico como en el método dentro en el estudio. Pero es más lo que tienen en común y de importante que las diferencias que puedan tener. Además grabamos como amigos y como compañeros.
—¿Hay alguna canción para vos que lo diga todo, que encierre el todo? ¿Es posible escribirla?
—”El payador perseguido” (la extensa copla de Atahualpa Yupanqui) dice mucho, probablemente diga casi todo aunque no me la sepa de memoria. En realidad, no sé de memoria ni mis letras más habituales. Algunos tangos dicen mucho, y aseguran además que Bob Dylan es un letrista muy completo. A veces un piano o una trompeta lo dice todo y supongo que Richard Wagner, Paco De Lucia y John Coltrane también.
Fuente: Diario La Voz
En la voz del cantante
A nueve días de presentar su nuevo disco, “La lengua popular”, Andrés Calamaro conversó sobre su trabajo, la importancia del regreso y las futuras giras.
“No negociamos pero dialogamos todo el tiempo”, aseguró sobre la experiencia de volver a trabajar con el productor Cachorro López.
Neuquén > Se desintoxicó y volvió. A su país, y a su música. Desde que regresó a la Argentina desde España, Andrés Calamaro grabó cuatro discos: “El regreso” (2005), “Tinta roja” (2006), “El palacio de las flores” (2006) y “La lengua popular” (2007). Con seguridad, este último resultará el más interesante para su público. ¿El motivo? El primero fue un disco en vivo que registra sus primeros shows criollos en años, en el Luna Park. El segundo fue un homenaje del artista a sus tangos favoritos, un poco en la misma vena de “El cantante” (2004). Y el tercero era una colaboración con su admirado Litto Nebbia. Así que recién con “La lengua popular”, que sale el 11 de septiembre, los fans de Calamaro tendrán el disco que esperan hace tanto. Además, este álbum marca el reencuentro del Salmón con quien fuera su compañero en Los Abuelos de la Nada, el productor ganador del Grammy (y también nominado este año) Cachorro López.
Como si las circunstancias antes enumeradas no fueran suficientemente importantes en la vida de una persona, el año pasado Andrés tuvo una hija con su mujer Julieta Cardinali.
Sobre todo esto, habló Andrés Calamaro en una entrevista exclusiva para La Mañana de Neuquén.
El 11 de septiembre para el mundo tiene muchas connotaciones políticas. ¿Cuál es el propósito de esta fecha para la edición de tu disco?
Septiembre es una fecha ideal para publicar. Antes no, porque es verano rabioso en España y no se estila publicar discos de estas cualidades con la gente de vacaciones (allá se van de vacaciones meses enteros). La llegada de la primavera parece ser un buen momento, también, para presentar un estreno musical en nuestro país… No sé qué día cae el once, pero ahora los discos salen un determinado día de la semana, por eso es el once y no el doce. Hoy en día lo más importante es que no llegue a Internet dos meses antes de publicarse un álbum. El 11 es el día del maestro, y algunos recordamos el golpe en el país hermano o el estrepitoso episodio talibán.
¿Cuál fue el hecho que produjo que volvieras a trabajar con Cachorro López?
Una serie de hechos fraternales y musicales, principalmente porque Cachorro es un gran productor y muy comprometido con los discos que hace suyos propios. Es indiscutible este formidable ganador del Grammy al mejor productor del continente, además propiciamos un encuentro humano, aunque plenamente musical, artesanal y profesional, más allá de la amistad nunca perdida pero siempre encontrada con el que es un hermano de la música y del tiempo.
Al escuchar el disco, si bien no son Los Abuelos de la nada, se puede escuchar claramente el sonido de Calamaro, pero también el de Cachorro López. ¿En qué punto tuviste que negociar con el productor, teniendo en cuenta que vos también tenés esa faceta?
No negociamos pero dialogamos todo el tiempo, yo pude experimentar con repertorio y con opciones, pero también supe, o así lo creo, darle a Cachorro lo que fuera necesario para que culmine su producción con gloria… También descartamos propuestas mías pero eso es normal, puesto que se supone que hay que llegar a un disco con contenidos suficientes para descartar, y con voluntad de escribir en el estudio también.
A lo largo de la historia de la música, si rastreamos los distintos discos o reportajes de músicos que son padres, siempre confiesan que algún tema o disco fueron inspirados en sus hijos. ¿Qué cosas de este disco tiene una impronta de Calamaro papá?
Sinceramente no hay canciones deliberadamente dedicadas o inspiradas, lo siento si esperabas una respuesta más hippie… Aunque es probable que, de alguna forma sutil, pudiera interpretarse algún texto como afectado por mi vida o por la realidad… No me siento un canalla si tal impronta no es patente o literal.
Con los últimos discos estuviste recorriendo el cancionero popular de Andrés Calamaro, ya sea con temas de otros o los propios. ¿Qué tiene este disco, como para que lleve el título “La Lengua Popular”.
Es que LLP es parte de la letra de una de las canciones, es sólo un fragmento de un verso y de una estrofa… La lengua como músculo húmedo y stone. Es casual que suene refundacional o académico pop.
2007 es el año que varias bandas nacionales o de afuera eligieron para volver. ¿Cómo ves vos estos regresos?
Los veo muy bien, son regresos elegantes y también importantes. Regresos que regresan por distintos motivos y siempre el mismo. Reencontrarse con algo que es de uno y es de todos, recuperar lo que nunca se perdió, celebrar el desencuentro con un encuentro.
Si uno mira el arte del disco, el video del primer corte, es como que este es el momento de mostrar “El Regreso”.
No sé si entiendo la pregunta, pero supongo que en Argentina todo es posible, incluso volver con la frente marchita o siempre estar volviendo… regresando.
En “Los chicos” le hablás a una persona. ¿Quién es ese compinche y qué amigo extrañas más de los que ya se fueron?
Eso es como preguntarle a un huérfano si quiere más al papá, o a la mamá, mientras se incendia el arca de Noé… o Cromagnon… Yo extraño a mis amigos ausentes y sangran las venas abiertas de América Latina. Los Chicos también tienen ternura y la ilusión de un cielo, aunque no sea el cristiano o el musulmán, donde encontrarnos todos algún día.
Se habla mucho de tus giras por España, pero nada de tus giras por el continente americano. ¿A qué se debe eso? ¿No lo das a difusión o bien no te preocupa mucho conquistar ese mercado?
No creo que haya sido por falta de preocupación, pero tampoco lo contrario… En la última década no toqué demasiado y siempre fue en Argentina y en España… me siento afortunado de poder cruzar el charco con canciones.
Recientemente has grabado un dueto con Juanes. ¿Tuvo mucho que ver Gustavo Santaolalla, o bien tu amistad con Juanes?
Tengo amistad con Gustavo (Santaolalla), y hace muchos años, pero no lo conocía a Juanes. Ahora sí somos amigos, puesto que descubrí, además de un artista talentoso, una persona generosa y humilde.
¿Cuáles son los planes con este disco, saldrás a recorrer el país, o hay otra gira por España?
Este año ya toqué en España, fue en julio y formé parte de la gran gira Dos Son Multitud, que convocó mucho público para escuchar rock n roll… A finales de año voy a cantar en Buenos Aires y en Córdoba, y también en Chile, con el mismo espíritu respetuoso de la estética del rock de guitarras. Estos son mis principios, si no les gusta tengo otros.
Fuente: Diario La Mañana de Neuquén
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