El primer lugar que visitamos fuera de Hammamet fue la ciudad Santa de Kairouan, fundada por los conquistadores árabes alrededor del 670. Su gran mezquita y medina demuestran la importancia que tuvo en el pasado. Los musulmanes suníes la consideran la cuarta ciudad más santa del Islam, tras La Meca, Medina y Jerusalén. Ir siete veces a Kairouan equivale a una visita a la Meca para todo musulmán. En una hora o dos horas como mucho se puede hacer la visita a la ciudad.
Cementerio enfrente de Mezquita de Kairouan
De Kairouan continuamos rumbo hacia Chebika y Tamerza, para visitar los oasis de montaña. Situados entre desfiladeros y gargantas atravesadas por ríos de súbita crecida, esta zona es una de las más bellas del sur de Túnez. Para llegar hasta allí se suelen utilizar los 4x4.
Chebika, la antigua Ad Speculum romana es un precioso oasis que aparece al pie de un acantilado con una cascada de agua templada. Antigua ciudad romana al igual que Tamerza, era un puesto de guardia y de observación sobre la ruta de Tacapa, actual Gabes y Tebessa en Argelia. El pueblo fue arrasado en 1969 por unas fuertes lluvias.
Como curiosidad decir que en Chebika se rodaron algunas escenas de El Paciente Inglés.
17 de junio. 40 grados. Casi nada.
Hoy en día es el más hermoso oasis de montaña, en donde viven algunas familias que se dedican a la recolección de dátiles. El oasis está bañado por las aguas de un manantial que corre en el fondo de un desfiladero, en el que hay varias cascadas.
En la siguiente foto puede verse el pueblo antiguo arrasado por las lluvias y al fondo la ciudad nueva.
Este camino llevaba a la cascada termal de Chebika. En los arcones guardan las Rosas del desierto. La rosa del desierto es un mineral formado en los desiertos, cuando se forman diversas capas de yeso, agua y arena. Forma cristales muy bellos que recuerdan la forma de una flor, por eso lo de rosa.
Y sí, esto está en el desierto
Que envidia. Pero claro, no es para que se bañen los turistas. Por cierto, a los niños, que suelen ir detrás del turista a ver si venden algo, les encantan las golosinas, que allí no deben tener.
Chebika
Después visitamos la cascada de Tamerza, donde los jóvenes suelen lanzarse al agua, sobre todo si hay turistas viéndoles.
Tamerza es otra antigua ciudad romana, la desaparecida Ad Turres
Por casi todo Túnez hay puestos para comprar. Pero nosotros al final lo compramos todo en Hammamet, y en Sidi Bou Said.
Cuidado con hacerse fotos con los dromedarios, en Túnez te piden dinero por casi todo, aquí en Tamerza hasta por ir al servicio.
Ya de aquí nos dirigimos al hotel a pasar la noche. Vaya sorpresa, nunca hubiésemos imaginado que en zonas del desierto pudiera haber unos hoteles como en los que estuvimos.
De aquí ibamos a ir Touzeur, pero antes paramos a comer, no recuerdo bien pero creo que era en Gafsa. El hotel-restaurante, precioso, impresionante.
Quien iba a imaginar un hotel así?
Ya después de comer seguimos. Tozeur cuenta con un palmeral gigantesco
Touzeur
Ciudad con unos 35.000 habitantes, tiene encanto darse una vuelta por ella. Allí se encuentra un conocido palmeral, segundo más grande del país con más de 200.000 palmeras. Es el oasis por excelencia de Túnez.
El palmeral de Touzeur es ideal para comprar dátiles “dedo de luz”. Los mejores dátiles del mundo se conocen como dedos de luz, porque la carne del dátil es tan azucarada y transparente que se puede ver el hueso al trasluz. Te dan a probar y están muy buenos, aunque a mi me gustan todos los dátiles.
Los jóvenes suben hasta lo alto de las palmeras y allí cortan los racimos de los dátiles. A mayor altura suban, mayor sueldo ganan. La gente mayor es la que selecciona los dátiles. En Nefta también hay fama datilera, y sobre todo en Tamerza, dicen que los mejores.
Aquí en Touzeur puedes dar un paseo en calesa por una buena parte de la ciudad y del palmeral.
Aparte de dátiles, tienen bananas, granadas, albaricoques, etc... no me lo esperaba.
Ya de aquí nos encaminamos hacia el hotel donde hacer noche para madrugar al día siguiente.
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